Jose Rafael Rivero
Maracay, Venezuela.
Así nos encontramos una vez
más, despiertos y alegres de ser cada uno a su manera, y uno solo a la vez.
Así como me ves en mi
locura, voy cabalgando fantasías por las noches, acuñando frases y versos en tu
torso, como quien crea una escultura desde el amor.
Es por eso que el ardor, de
mis labios entreabiertos, que se desbocan en el desierto de tu espalda,
buscando un oasis en tu cintura, se convierte en cercanía.
Y es que no hay mayor
fantasía que sonreír a tu lado, una vez que el Sol se ha levantado al ritmo de
mis palabras.
Hoy sigues siendo el hada
que adorna mis pensamientos y no sabes cuanto lo siento, el que te hayas
marchado así de mi lado hacia el Azul Silencio...
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